La limpieza con agua a presión es una de las técnicas de lavado más convenientes, pues permite eliminar la suciedad de las superficies de una manera sencilla y rápida. Ahora, pensando en esto, es cuando se te puede venir a la mente la idea de lavar tu bicicleta de esa forma, y así mantenerla reluciente.
Sin embargo, hay algunas cosas que debes considerar para limpiar tu bici con agua a presión. Si te interesa conocerlas, sigue leyendo. Te enseñaré todo eso que necesitas saber para que tengas siempre limpio tu práctico método de transporte, con las facilidades que ofrece el agua a presión.
¿Se puede limpiar una bicicleta usando agua a presión?
La respuesta corta a la pregunta es un sí. Sin embargo, es necesario que sepas que se debe ser muy cuidadoso a la hora de aplicar agua a fuertes presiones sobre una bicicleta, para que esta siga funcionando de manera adecuada.
Una de las cosas más importantes es que la presión de agua que uses para lavar la bicicleta no debe ser muy alta, con unos 20 bares bastará. De lo contrario, esta podría entrar a algunas secciones delicadas de la misma como la transmisión, y terminar dañándola.
Del mismo modo, las bicicletas cuentan con algunas partes como los amortiguadores o la horquilla, que siempre deberán mantenerse lubricados mediante grasa. Si usas agua a presión de manera indebida en estos componentes, retirarás esos lubricantes, perjudicando tu bici.
Entonces… ¿Puedes usar agua a presión para la limpieza de tu bicicleta? ¡Claro que sí! Pero debes hacerlo siguiendo algunos consejos que te comentaré más adelante.
¿Cada cuánto tiempo debes lavar una bicicleta con agua a presión?
La frecuencia con la que deberás realizar la limpieza de tu bicicleta usando agua a presión no variará en comparación con los métodos tradicionales. Por lo general, se recomienda un lavado cada 2 o 3 semanas, y no menos, pues así componentes como la cadena no se verán desgastados.
¿Es posible lavar una bici con agua a presión usando hidrolimpiadora?
Las hidrolimpiadoras son equipos muy utilizados por los profesionales del ciclismo para lavar sus bicicletas con agua a presión. Por supuesto que usando estos dispositivos se deberán tener presente ciertas precauciones, pero al mismo tiempo ofrecen muy buenas ventajas para el momento del lavado. Por ejemplo, las hidrolimpiadoras Karcher son muy conocidas entre los entusiastas de las bicis por su buen desempeño en esta tarea.
Lavar tu bicicleta con agua a presión en 4 pasos
Aquí te dejo esta guía con unos simples pasos para que puedas hacer la limpieza de tu bici usando agua a presión con una hidrolimpiadora, y esta termine como nueva.
1. Rocía la bicicleta
Con ayuda de la hidrolimpiadora, ubicando la presión de agua a unos 20 bares, y estando a una distancia prudente, enjuaga la bici. En este paso concéntrate solo en eliminar la suciedad general de la bicicleta, y no te vayas tan a los detalles. Evita también apuntar a componentes como los rodamientos.
2. Añade limpiador
Con algún rociador, o usando la boquilla de la hidrolimpiadora, añade detergente sobre la superficie de la bici. Algunas personas utilizan gel para coches, pero también hay limpiadores para bicicletas que son especiales para esta tarea. Evita bombear el líquido directamente sobre la cadena y los rodamientos, y si quieres fregar un poco, apóyate con un cepillo.
3. Enjuaga y seca
Con las mismas indicaciones iniciales, rocía agua sobre la bicicleta con la hidrolimpiadora, esta vez centrándote en retirar la mezcla del detergente y la suciedad. Ya cuando luzca limpia, utiliza un trapo y seca bien cada sección. Por nada la dejes secando al sol, pues le quedará agua acumulada.
4. Agrega lubricante
Después de cada lavada de tu bicicleta con agua a presión, añade lubricante a las piezas móviles de la misma. Esto ayudará a que se mantenga limpia por más tiempo, y que estos componentes giren mejor, y así obtengas el máximo rendimiento de ella.
Como has visto, sí es posible lavar tu bicicleta usando agua a presión. Solo debes seguir las medidas que te he comentado, como utilizar la hidrolimpiadora a baja presión, mantenerte siempre a cierta distancia, retirar bien el agua, engrasar la cadena y rodamientos, y tu bici quedará como recién salida del taller.